Meditación

La meditación es un proceso a través del cual puedes resolver los conflictos e infortunios, en vez de actuarlos en la vida real. La tarea que debes realizar es desarrollar tu intuición, esa capacidad de percibir las consecuencias de tus acciones y palabras. Para ello, deberán "abrirse" dos partes muy específicas de tu cuerpo: el lóbulo frontal del cerebro (que controla la personalidad) y el paladar superior (relacionado con el hipotálamo, que controla tus emociones, tu "automático"). La concentración en el entrecejo o en la punta de la nariz "abre" la primera. Entonar mantras "abre" la segunda. Tendrás, entonces, intuición para ver lo invisible, conocer lo desconocido y escuchar lo inaudible. Tu vida ya no será la misma, ya que tú serás tú mism@ y sabrás, también, como ser tú en relación con el Universo.

Cuando te sientas a meditar y entras en el espacio de instrospección (Pratyahara) notarás que hay en ti muchos pensamientos formando una corriente. Según la ciencia yóguica, la mente libera una gran cantidad de pensamientos por segundo. Entonces eliges (según sea la meditación) un ritmo respiratorio o un mantra o ambos en una postura estable (mudra) con un patrón de manejo de la atención mental. Todos estos elementos de la meditación son llamados objetos de concentración o Dharana. El espacio de Conciencia que se crea con dichas acciones se llama meditación o Dhyana. El resultado de la meditación es un estado de absorción en el Ser Superior llamado Samadhi. Si se tiene la paciencia de que la mente divague mientras se mantiene firme, experimentará algo, diferente en cada quien pero de una u otra manera es un nuevo despertar del Ser.

Con  vuelve dueño y no víctima de su mente. Una vez que la mente se acostumbra a este proceso, la meditación se vuelve muy acogedora, muy emotiva. Conforme se vaya desarrollando esa intimidad, las barreras de los pensamientos negativos se diluirá cada vez más y podremos permanecer en la Conciencia elevada durante gran parte de la vida diaria. Pensará mejor, trabajará mejor, amará mejor y vivirá mejor.

Meditación no es magia, ni una religión, ni una creencia. No es dejar la mente en blanco. Meditación es simplemente tomarse el tiempo para estar con un@ mism@, estableciendo contacto con la respiración y la vibración interior.

Meditación no es sólo un recurso para el equilibrio y la salud personales sinó que es también en esencia un recurso para el aprendizaje que funciona en base a unas premisas a las que habitualmente no estamos acostumbrados. De aquí la importancia de enseñar técnicas de meditación y, especialmente, de propiciar experiencias meditativas. esta nueva Conciencia llega un cambio interno, luego un cambio externo. Con la mente meditativa, el ser se vuelve dueño y no víctima de su mente. Una vez que la mente se acostumbra a este proceso, la meditación se vuelve muy acogedora, muy emotiva. Conforme se vaya desarrollando esa intimidad, las barreras de los pensamientos negativos se diluirá cada vez más y podremos permanecer en la Conciencia elevada durante gran parte de la vida diaria. Pensará mejor, trabajará mejor, amará mejor y vivirá mejor.

Meditación no es magia, ni una religión, ni una creencia. No es dejar la mente en blanco. Meditación es simplemente tomarse el tiempo para estar con un@ mism@, estableciendo contacto con la respiración y la vibración interior.

Meditación no es sólo un recurso para el equilibrio y la salud personales sinó que es también en esencia un recurso para el aprendizaje que funciona en base a unas premisas a las que habitualmente no estamos acostumbrados. De aquí la importancia de enseñar técnicas de meditación y, especialmente, de propiciar experiencias meditativas.